Recuerdo una vez en clase, cuando estábamos estudiando la poesía de Bécquer, nos mandaron hacer un mural sobre cualquiera de sus poemas:
Cerraron sus ojos
Que aún tenía abiertos,
Taparon su cara
Con un blanco lienzo,
Y unos sollozando,
Otros en silencio,
De la triste alcoba
Todos se salieron.
Gustavo Adolfo Bécquer. Rimas, LXXXIII
Es curioso como con el paso de los años uno olvida todas estas cosas. Y de pronto un día recuerdas la expresión de asombro, por no decir 'carapasmá', que se le quedó a la profesora cuando me presenté con un mural lleno de tumbas y procedí a recitarlo.
Tal vez fuera porque todos quisieran tratar de evitarlo, el que yo me interesara por ese mundo extraño y oscuro; si os soy sincero creo que nunca me había parado a pensar en ello detenidamente.
"Por qué la vida solo es una bella, hermosa muerte"