La frase del momento

"Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos."
Philip Gibb

miércoles, 2 de enero de 2013

Mi crítica del Hobbit

Hoy vengo a traeros la crítica de la gran última adaptación de una obra de Tolkien: El Hobbit. Con el objetivo de que sea lo más imparcial posible he querido escuchar diferentes opiniones al respecto. Para ser justo me gustaría decir, en su favor, que ha debido de ser muy difícil para el director hacer de un libro para niños una película pensada para un público adulto, y eso supone en mayor o menor medida cambios argumentales así como diferentes enfoques de algunos personajes.

Cambios sí, pero siempre con sentido.
 Radagast "el Guarro"
Encontraré como muy positiva la inclusión de algunos personajes que no aparecen en el libro, o que, apareciendo, mantienen un papel del todo secundario. Tal es el caso de Radagast el Pardo, un auténtico filón que debía tener más protagonismo en la película del que tiene dentro la novela. Sin embargo, y a pesar de lo simpático del personaje que han creado, el resultado ha sido completamente nefasto. Radagast, Aiwendil como maia, es uno de los cinco magos enviados por los valar a la tierra media para detener a Sauron. ¿Qué supone eso? Para empezar un toque de solemnidad que brilló, totalmente, por su ausencia: Radagast era excéntrico y algo abstraído, pero ante todo era un Istari, y Peter Jackson pecó de atrevido al convertirlo en una parodia de si mismo, un anciano demente al más puro estilo “la vieja de los gatos” (de los Simpson), hasta le puso mierda de pajaro en el pelo. 

Un Christopher Lee genial. 
Pero a eso ya estabamos acostumbrados, la actuación de Lee como siempre impecable, supo captar a la perfección el absoluto desprecio que Saruman sentía hacia Radagast, un planteamiento que, además, sí es fiel a la idea te Tolkien.

Otros papeles que también resultaron brillantes son los de Ian Mckellen interpretando a Gandalf, Cate Blanchett como Galadriel, Hugo Weaving como Elrond y, por supuesto, Richard Armitage haciendo de Thorin. Mención especial para Martin Freeman quien nos mostró a un Bilbo sorprendente atrayente, que conecta con el espectador desde la primera aparición. Cabe destacar también la animación de Gollum por Andy Serkis, absolutamente genial. 

La caída de Erebor de lo mejor. El "Concilio Blanco" de lo peor. 
Y aquí están las dos caras de la moneda, de como las aportaciones no originales puede resultar un éxito o un completo desastre. La conquista de Erebor por Smaug a modo de preludio ha sido, sin duda, lo que más me ha gustado de la película, un verdadero puntazo que además complementa el relato de Tolkien. Lo del "Concilio Blanco", sin embargo, bien podría llamarse sacrilegio. Este es uno de los cambios que no puedo entender, porque es totalmente irreconciliable con la obra original. El "Gran Bosque Verde" pasó a llamarse Bosque Negro en el año 1050 de la Tercera Edad, con la llegada de "el Nigromante". En el año 2063 T.E., Gandalf entra a Dol Guldur y descubré que ese nuevo enemigo no es otro que Sauron quien había regresado a la Tierra Media. Desde ese entonces se mantiene una estricta vigilancia hacia la fortaleza cuando en el 2463 T.E., se crea el primer Concilio Blanco con el objeto de resolver que hacer con el Señor Oscuro. A partir de ese momento el Concilio se reunirá en multiples ocasiones hasta su disolución en el 2953 T.E. "El Hobbit" se sitúa en el año 2941 T.E., el concilio mostrado en la película representa al primero 500 años antes, además la aparición de la figura del Nigromante sucede casi 2000 años antes. Además en el Concilio se echaron de menos la aparición de Radagast el Pardo y Cirdan el Carpintero de Barcos.

Demasiada "epicidad" satura. 
Tolkien era amante de las cosas pequeñas, como bien anuncia Gandalf: 
He averiguado que son las pequeñas cosas cotidianas de la gente común las que mantienen a la oscuridad acorralada: pequeños actos de bondad y amor.
El Hobbit. 
¿Qué quiero decir con esto? Simplemente me sobran escenas. La persecución de los trasgos, la pelea de los gigantes de piedra, las piñas-granada ... todo demasiado exagerado. 

Diferencias admisibles con el libro.
Thranduil en su montura real...
La escena de Bilbo y los enanos difiere en gran parte del libro. Bilbo Bolsom es un hobbit educado y siempre trata bien a sus invitados. Los enanos no dejan de ser una visita y Bilbo su anfitrión. A pesar de eso entiendo la complejidad de la situación, algo que parece fácil de entender en un libro, como la cordialidad forzada de Bilbo y su disgusto frente a la situación, y que en la película se presenta con una apatía intencionada por su parte desde un primer momento. También coincido con la mayoría de las críticas en la principal figura antagonista: Azog, el orco albino, quien no aparece directamente en El Hobbit, pues estaba muerto, y que, considero, podría haberse resuelto de otra manera, aunque no me resulta demasiado inapropiado. La escena de los trolls también es diferente, pero totalmente admisible, incluso, me atrevería a decir, más coherente que el original. Lo de Thranduil subido a esa especie de reno gigante, debo confesar, me dejó impactado, la verdad es que no me disgustó. 

Conclusión: tenéis que verla. 
Me volví a enamorar de los paisejes, las canciones, los efectos especiales, el vestuario..., de todo lo que hizo grandes a la trilogía de "El Señor de los Anillos", y es que no lo puedo disimular, el trabajo de Peter Jackson me ha cautivado. Sin embargo tampoco puedo mirar hacia otro lado con los grandes errores que ha cometido, por lo que mi nota final es un notable. Estaré con vosotros en las siguientes partes. Espero que esta crítica os haya resultado útil, un saludo.

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